martes, 9 de junio de 2009

HO CHIN.

Es cuestión de estar huesudo y poco apetecible para el comensal que acude al restaurante chino donde vivo, junto al resto de sepias, pajaritos y mariscos varios. Es cuestión de ser moderado en tus comidas y vomitar de tanto en tanto, cuando nadie te ve. Es cuestión de que los comensales, al entrar al restaurante, se fijen sobretodo en lo que hay dentro de la laguna y no en la superficie terrestre. También, en el caso que se fijen en los animales no-acuáticos, se trata de potenciar un cierto sentido de invisibilidad cuando desde el otro lado nos examinan...cuando finalmente le indican al camarero qué pajarraco quieren, ES NECESARIO NO LLORAR en el momento en el que el camarero entra dentro de la galería y se lleva al futuro interfecto para que los cocineros lo asen al gusto dudoso de unos paladares poco educados (no olvidemos que la clientela de este restaurante es de nuevos burgueses). Yo he visto renovar por completo esta galería de animales ocho veces. Soy el decano de las víctimas. Hasta que un buen día el cocinero se canse y me elijan para cenar, seguiré en mis trece. Bien mirado, es triste vivir esperando el dedo capital que te señale, pasar por la vida deseando salvar el pellejo, excepto si tamaña cuestión no te deja ni un solo segundo libre para pensar que es triste. Pero ni siquiera ese es nuestro caso. La amenaza no es constante y aquí, por las mañanas, no hay nada que hacer excepto mirar al resto y conjeturar acerca de quien será pasto de las dentelladas humanas cuando el sol palidezca.He aprendido a decirlo en voz alta. El langostino Ho Chin no lo soporta. "El langostino Ho Chin va a pillar cacho esta noche". Se lo he dicho esta misma mañan. Tengo una intuición. Y toda la galería sabe que
Bicho a quien se lo digo = bicho que tiembla =bicho que llama la atención a los humanos = Bicho elegido =bicho zampado.
Correcto. Hago lo mismo que Uribarri con Eurovisión. Acierto el 100% de las ocasiones. Y gracias a mi efectividad me he ganado un respeto. Y es que en la vida hay que especializarse.

- Ho Chin, vas a pillar cacho esta noche.
- Serás hijo de puta.

Ups...lo olvidaba. Soy el gato del hijo del dueño. Vivo dentro de la galería por elección propia. Si algún cliente me eligiera, el camarero le aclararía de tamaño error.

El resto de animales de la galería me detestan. En realidad soy bastante parlanchín. Monotemático, pero parlanchín. Creo que no comprenden que mis apuestas sobre quién será la próxima víctima, de alguna manera, trivializan todo este rollo de la vida y la muerte, y los contras de estar muy abajo en la cadena alimenticia.

- Ho Chin, hoy pillas jacuzzi.

Miau.