martes, 8 de marzo de 2011

PUES AQUÍ SEGUIMOS.


Caigo, en horizontal, desde una altura aproximada de dos metros, de espaldas, y encima de una botella de cerveza.
Recuerdo que desde el suelo me observa la gente, con las bocas muy abiertas. Suena "algunas plantas" y servidor, como el protagonista de la canción, como yo mismo hace diez años, desplomado en el suelo de una sala. La vida es una extraña capicua.

De las siguientes canciones, unas cuatro, apenas conservo recuerdos. Lo único que sé es que subo y acabo el concierto como puedo. Luego urgencias. En el hotel de Valladolid, duermo encima de una silla con la cabeza apoyada en el colchón. La posibilidad de estirarme en horizontal es absolutamente inviable.

Días después, visito la mútua: radiografías, bromitas del doctor, y un futuro TAC para ver el alcance de la contractura porque la mejora es tan lenta que parece inexistente.
Hasta aquí "the algunas plantas experience". Ha sido bonito menos el final.

El médico de Barcelona me suelta que ni se me ocurra hacer los 3 conciertos en Razz. Le contesto que es una situación excepcional, son seis mil y pico personas, muchos aviones, es el puto final de gira. Me aconseja infiltrarme. Le digo que nanay. No sirve de nada hacer el primer concierto del todo envalentonado y levantarme el viernes para cancelar los otros dos. Los hago, así pues, tal cual estoy, sin aditivos...simplemente calmantes musculares y antiinflamatorios.
Estoy lerdo. La cabeza no me funciona muy bien. El cerebro es un músculo, así que también anda relajado, laxo. Desde luego este mes no inventaré la teoría de las supercuerdas.

Han pasado quince días y aún necesito estudiar los movimientos para entrar en la cama, o salir de ella. La ciática es lo peor, después del Clúster. Mira por donde, el Clúster me ayudó a relativizar el dolor, incluído éste. Pero atarme las bambas es una tarea de titanes. Subir al coche me recuerda los movimientos de mi abuelo, con 91, subiéndose la pierna con la ayuda de sus brazos. Pues mira que tenía moral el hombre como para salir a un restaurante tal y como andaba al final. Son cosas que uno valora cuando le pasan en primera persona.

Esto va para largo. Todo el mundo de mi alrededor sabe que soy muy mal enfermo y peor convaleciente. Detesto ir al médico, destesto la burocracia, no he ido en décadas solo por no llamar. Como mínimo, ahora fumo menos.Cualquier arrance de tos literalmente me hace ver las estrellas. He visto a Lady Gaga, y a Elvis.
No podía empezar peor la post-gira.
Hasta luego, sexo....(ésto es para dar mucha lástima. En verdad una de las cosas que más me gustan en la vida es hacerme la víctima).
Joder.
Hay que remontarlo.
Vamos, chaval.