lunes, 25 de febrero de 2008

DESWALDO...


VERSÍCULO 1, CAPÍTULO 16


1.El otro día me enteré de que mi amigo peruano Deswaldo, conocido en el barrio de Horta como "el Pizzero Fitipaldi" se pasó todo el sábado por la tarde mirando a un árbol. No se lo podía quitar de su puta cabeza. Víctima de una inusitada obsesión, había elegido inconscientemente una encina situada en medio de la singular, por abandonada, rotonda de la localidad de Saint Vicent of the Fields, entre la calle Plegamans y la Avenida Plinston, para escudriñar su tronco durante horas y horas, de abajo arriba, de arriba a abajo y vuelve a empezar, mientras se preguntaba por los motivos de aquellas cicatrices y su tacto rugoso, o los balcones que formaban su imperfecto crecimiento. Cerraba los ojos y veía el árbol. Abría los ojos y lo veía aún mejor, de una manera mucho más nítida que la imagen creada por su mente. ¿se estaba volviendo majara?
Veamos. Mi amigo siempre ha sido un poco gilipollas, (admítelo, madre de Deswaldo, tu hijo es un poquito gilipollas y a veces hace cosas que ni siquiera yo, que estoy tan colgado como él, entiendo) pero es de buen temperamento mental (incluso fue capaz de ponerse él solito y sin ayuda el traje de comunión, aquel tan hortera que le regaló la madre de Deswaldo (admítelo, madre de Deswaldo, tu hijo parecía un auténtico soplapollas con ese mono que cerraba con cremallera, y, sobretodo, la pajarita gigante, de hecho el capellán, antes de darle la primera hostia consagrada, tuvo unas cuantas palabras con él, textualemente, "hijo mío, dile a tu madre que venga al despacho de la parroquia y que admita, delante mío, que ha vestido a su hijo como un auténtico soplapollas, y dile de mi parte que parecías la jodida rana Gustavo, y entonces le dio la hostia, a regañadientes, y el niño, de lo nervioso que se puso, y advirtiendo que la tenía que haber cogido con la mano para mojarla en el santo cáliz, se la sacó de la boca, ya del todo babeada para derretirla en la copa para asco de los siguientes comuniantes, entre ellos, servidor, y luego quedarse en babia durante un buen rato, sin dejar avanzar la cola, para dejarse ir de pipines, cayendo por las escaleras del altar, y luego vomitar de los nervios mientras cantaba "Redrum, Redrum". De acuerdo, siempre perdía el control cuando se quedaba en trance, pero eran episodios de minutos. Sin embargo, ahora llevaba horas y horas mirando a un árbol, mientras las pizzas se congelaban en el interior de su mochila. No. Aquello no tenía sentido. Deswaldo vivía en Barcelona, y eso significa indefectiblemente una cosa: que ninguno de sus ciudadanos tiene tiempo como para dedicarse en cuerpo y alma a un estado contemplativo, sino que la vida te empuja desde atrás como si tuvieras un cohete incrustado en el ano, desde el Tibidabo hacia el mar. No. Deswaldo no era el típico perroflauta que no sabe qué hacer con su vida excepto mirar un geranio esperando que su padre dimita como Presidente General de Inmobiliarias Nañis y Potorro y le deje al niño la silla calentita, para poder observar su geranio desde el decimoctavo piso de los Güalden Center. Nah. Deswaldo era un pizzero de pro, un auténtico Fitipaldi, algo empastilladizo e influenciable por las carreras clandestinas que se montaban los moteros amateurs en los aledaños del circuito de Montmeló, y estaba en horas de servicio. Pero lo cierto es que eran las ocho y media y , mientras desde la central Pizzera lo llamaban ininterrumpidamente al teléfono móvil, o como él llamaba, "El Selular", nuestro amigo no podía dejar de maravillarse de la perfección de los tallos de aquel árbol, los cuales, y como autopistas, bifurcaban hacia miles de hojas en forma de elipse.
Fue a las siete de la tarde cuando llegaron. Como si fueran helipuertos, algunos escarabajos voladores se ufanaban por dar cuenta de su llegada a las hembras aterrizando en sus hojas. Acto seguido los bichos en cuestión empezaban a reclamar la atención de una fémina de su misma especie mediante una especie de zapateado morse cuyo ritmo era transmitido por las fibras de todo el árbol. Cuando la hembra, generalmente en otra hoja, notaba aquella mini vibración en sus patas, emprendía el vuelo hacia el heliopuerto donde las esperaba su amado...aquello, pensó el Pizzero,le recordó a todos aquellos humanos que tenían flirts por internet, (como decía la madre de Deswaldo, "Internés") pero acaso con menos regodeos y protocolos, sino que todo movimiento era provocado por la urgencia de un coito rápido entre las matas. Porque, como aquel messenger que va a parar a conversar con una ninfómana real, la pareja de escarabajos iniciaban una cópula salvaje que produciría, supuso el pizzero, centenares de embarazos deseados.
Y el pizzero fitipaldi miró entonces a unos cuantos escarabajos, pero de otra especie, los escarabajos peloteros, caminar por los andurriales que circundan las raíces de su admirado árbol, trajinando aquella pelota gigante de mierda de perro que no era más que un proyecto de protonido y célula nutriente de sus futuros retoños alitosos, mientras una autopista de hormigas subían ufanas por aquella especie de Naranjo de Bulnes de medida gigantesca si era vista desde una prespectiva hormiguil.
Y entonces decidió dejar de banda conscientemente a las hormigas. Al fin y al cabo, pensó el chico, cuando caminan como un ejército en línea recta siempre uno se pregunta adonde diablos se dirigen con tal sigilo, y uno no puede hacer más que sospechar de sus planes, como siempre pasa con las hormigas y con ciertos grupos políticos o ejércitos de infantería. Y el Pizzero Fitipaldi estaba murmurando para sí mismo "menuda maravilla es esta naturaleza del demonio, y qué curiosos subsistemas se crean incluso en un árbol de una urbanización para pijos del Vallés Subsahariano" cuando escuchó un graznido que emergía de la copa, y que, según interpretó, tenía exactamente la misma intención libidinosa que el claqué del escarabajo volador. Y a las ocho y cuarto, y mientras el móvil no paraba de sonar, vino un palomito vino con ramitas e hizo un bonito nido en la parte Sur de aquel maravilloso y próspero entramado de vegetación. Y entonces una ardilla saltó de rama en rama, momento en el que recordó a su tío abuelo subnormal, el que nunca salió de su pueblo, cuando le hablaba a los niños de su tema favorito, su pata de madera " Si no os habéis fijado, he de deciros que mi pierna está barnizada de marrón oscuro porque a mí en Agosto me gusta tomar el sol en la playa y mi querida pata me sirve como referencia, ya sabéis, para saber el moreno que quiero pillar. Y vosotros os preguntaréis, como niños que soys ¿Y cómo sabía antes de perder la pierna el momento del bronceado ideal?" Y mi tío se adelantaba a sus pensamientos y decía "Por eso mismo me la corté...y ahora os voy a enseñar la polla", añadía.
Curiosamente, recordó Deswaldo, la pata de madera estaba hecha de una encina muy similar a la que ahora miraba con cara extasiada.
Los árboles, la naturaleza, pensó. Y aquel árbol, que era un mundo en sí mismo, era tan bueno tan buenísimo que dejaba que los perros de toda la urbanización lo usaran como cabina lavabo, aunque, por suerte, preferían defecar en la acacia de la esquina Rovelló. Y con estas tonterías de verano, el árbol ya miraba la luna, porque ya eran las diez de la noche, y el Pizzero Fitipaldi miraba al árbol.
Entonces vino la ambulancia y lo desincrustó.
Eran las doce de la noche. La moto quedó hecha añicos menos el guardabarros trasero.Mientras la ambulancia abría sus puertas y un médico del Samur gritaba primero "desincrústenle el apéndice nasal, o lo que fue hace seis hora nariz", dos minutos después exclamaba. "Con cuidado, bájenlo con cuidado" y un minuto después, ya en el habitáculo ambulanciero, el médico se sorprendía de la sonrisa de aquel mellado, ya que le había quedado la mayoría de la piñata delantera en forma de pinchos, azares del destino.
Por cierto: los clientes de la pizza cenaron gratis, tras el lógico escándalo que armaron a una pobre chica gorda que trabajaba allí porque nadie la quería contratar al tener muchos pelos en las tetas.

La que hizo los deberes [Reply]
Pi 28 Febrero, 2008 21:14
Bueno, que yo sí lo he terminado, jejejej, y hay que ver lo incompetentes que son los de las ambulancias...Qué bonitas son las encinas, por cierto, y lo chungo que parece esquivarlas con lo hipnóticas qe resultan...
Joder... [Reply]
alberto 27 Febrero, 2008 19:52
Coño, Santi. Esto vez te has pasado, tío. Tanta literatura y con esa letrita es imposible! Pero bueno, me da que es bien majete el Oswaldo ese.Oiga, siento insistir. Para cuándo concierto en el noroeste de esta nuestra 'España una grande y libre'? (Nótese la ironía)
bis [Reply]
Pekisch 27 Febrero, 2008 17:35
también se permite repetir la frase que dijiste en el LOW en noviembre:"quién ganará la liga? no lo sé.." jajaja
qué despiste.. se me olvidó traerme la camiseta del Barça de Palencia......
me suena... [Reply]
Wally 27 Febrero, 2008 14:01
esto ya lo habias posteado hace tiempo, no es cierto?Por cierto, he estado dos dias en Madrid calentando el ambiente para el concierto en el Joy, os espera un llenazo. Al loro con las coñas politicas, que estamos en plena campaña...eso si, se permiten referencias al hijoputa del Fede...bye
(no subject) [Reply]
lanoviadeanaïs 27 Febrero, 2008 00:21
Difícil esto pa leerlo a estas horas... y yo pensaba que era rebuscada... xdd. Tengo ganas de veros ya en concierto! un saludo
jordi [Reply]
Jordi. 26 Febrero, 2008 22:11
Ta bé la historieta. El concert amb el de la espinaenelcostado a Lleida va ésser molt divertit. Felicitacions.
uf uf uf......... [Reply]
marga 25 Febrero, 2008 22:34
santi pa que decirte otra cosa, no he tenido narices de terminar de leer tu escrito, lo siento de veras, pero se me ha resistido.resulta que por no ver a zapatero y al otro matao me meto en tu blog y tampoco soy capaz de leerlo, bueno alomejor soy yó que no tengo ganas de casi nada.mañana lo intento y te digo algo. saludos
déunido [Reply]
mema 25 Febrero, 2008 21:40
escriu un llibre ja no??!!.......rollo nocilladreams....
el deswaldo [Reply]
snow white 25 Febrero, 2008 18:16
em sona :)
(no subject) [Reply]
pekisch 25 Febrero, 2008 16:04
no he sido capaz de leerlo todo; lo he intentado, pero tengo la cabeza en otra cosa..
eso sí, dado que últimamente estoy más por las fotos que por otra cosa, te felicito por la elección de hoy
La desdicha de Deswaldo [Reply]
Baldomero Kensington 25 Febrero, 2008 11:24
No está de más el descubrimiento que ha realizado su amigo Deswaldo, aunque hubiera sido mejor haberle invitado a visionar El increible hombre Menguante, de ese modo podría haberse sentido "Scott Carey" durante un día... (tal vez incluso dos) sin la necesidad de comerse el tronco de la encina.
Descubierta ya la salida de emergencia del universo antropocéntrico que habitamos. Bendita gilipollez ésta que nos permite descubrir la amplia gama de microcosmos que existen en esos universos bizarros paralelos al nuestro, en los que somos desconocidos espectadores. Desconocidos por nostros mismos, al menos yo (que aún no me he visto a mí mismo ni en sueños) sólo conozco de mí mismo la imagen que se proyecta en un espejo.
- Deswaldo, necesitarás un espejo para reconcerte en tu nuevo reflejo. En una próxima ocasión adéntrate en el fabuloso mundo del grillo italiano y de su variable timbre musical.
No sé bien a qué viene todo ésto, pero ahí os dejo mi rollo Macabeo. Que Visnú os bendiga.

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